La otra cara de la crisis.

Es difícil ver el lado positivo de las cosas cuando uno está sumergido en un abismo de preocupaciones. Y de nada nos sirve el tópico de mal de muchos consuelo de tontos. Aunque yo he de confesar que a mi en alguna ocasión no me vino mal del todo. No como resignación, sino para comprobar que incluso en la enfermedad, en el paro y en el caos que a veces se convierte mi vida, aún entonces soy una afortunada. Porque Dios ha permitido que yo experimente el mal, el sufrimiento que me lleva a ser consolada más tarde. Cuando descubro mi pequeñez, mi insignificancia y la grandeza de quien me ha creado. Me aplasta mi sufrimiento interior, y la desesperación de la gente que sufre presa de los acontecimientos del paro aquí en España. Ver vídeos como este de la catástrofe que ha ocurrido en Japón me parte el alma en pedazos. Sin embargo tengo que recordar el propósito que me he hecho este año en cuaresma: NO QUEJARME. En vez de ello, rezaré, que también me cuesta (si no no tendría gracia). Rezaré por mi conversión y por la de los míos, por los que están sufriendo hoy presa de algún engaño. Porque la ignorancia es nuestra enemiga en esto de la lucha contra el sufrimiento. La Fe es lo único que puede abrirnos los ojos y ayudarnos a superar cosas como esta que está ocurriendo en Japón. Pero es difícil porque no se puede obtener ese tipo de conocimiento por si mismo, ni en ningún libro. Es un Don gratuito que Dios da a quien se lo pide. La cuaresma amigos es un momento idóneo para la oración, y hay tantas cosa en el mundo que necesitan de nuestro momento intimo con el Padre. Desde aquí os invito a la unión en la oración por todos los que están sufriendo. Y a quien tenga otro tipo de recurso para ayudar, que participe. Hacer el bien está al alcance de todos.