Redes sociales y cadenas de oración.

Hace una semana a mi padre le dio un infarto cerebral con su consecutivo derrame. Hoy gracias a Dios y a la intervención de tantos hermanos en la fe que han orado y oran junto a mi familia, mi padre aunque no está fuera de peligro si está estabilizado.
Dicen que cuando uno se ve en las últimas se agarra a un clavo ardiendo. Yo en cambio en cuanto me vi al comienzo de la situación llamé a uno de vosotros y le pedí que corriera la voz. Entrecortadas las palabras por el llanto no se si eran entendibles. Pero él enseguida me dijo: tranquilízate. Es para que recemos, no? Y desde ese mismo instante ya comencé a sentir en mi el efecto de la unidad.
La oración es ese "clavo" efectivo e imperecedero que nos fija a la cruz y nos sostiene y nos salva. Y cuando se ora en común unión unos con  otros sus efectos son devastadores.

Hay muchas personas que aún recela de este tipo de dar testimonio de la fe en los blogs, redes sociales y lo que concierne a todo esto de los nuevos medios. Yo puedo dar testimonio de que Jesucristo está también qui en este continente digital uniéndonos y dándonos la oportunidad de compartirlo en cualquier rincón al que llegue la conexión
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Estos días de prueba para mi familia tan duros han sido sobre llevados gracias al alivio espiritual que hemos sentido llegar de tantos puntos del planeta donde cada uno de vosotros intercedíais con vuestra oración por nuestra causa. Jesucristo sabia lo que hacia cuando nos invitó a la unidad de la oración.

Yo no tengo palabras de gratitud para agradecer todo y a cuantos me habeis ayudado. Solo deciros que cuando necesitéis de mi aquí estaré para unirme contigo a tu causa.

Como dijo nuestro querido Juan Pablo II: No tengáis miedo de abrir de par en par las puertas a Cristo. Hoy mi consejo apoyado en la experiencia vivida es que no tengas miedo de compartir tu cruz con los hermanos aquí en Internet, porque también aquí Jesucristo acude allí donde dos o más se reúnen en su nombre.