3 MESES MÁS TARDE.


El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo. Pero uno sólo se convierte en un hombre cuando supera estos combates.  (André Malraux)


Es curioso como duelen las heridas que no se producen en el cuerpo, como persisten al tiempo en ese lugar de la conciencia que no conoce limite para su permanencia.

Tres meses.
25 Años.
Ha tenido que morir mi madre, para que el dolor del recuerdo de mi abuela fuera amortiguado. Cuanto las necesito, ahora solo me queda el consuelo de pensar que si real es aquello que creo al respecto sobre la vida eterna, algún día me reuniré con ellas. Hoy solo me queda persistir sin rendición al transcurso de la vida con lo que ésta depare en sus días venideros.  

Este tiempo sin mamá no es fácil. 
Cuando una madre falta en una casa el ritmo de ésta se detiene, se altera, y los que formamos el macizo, corremos el riesgo de sufrir disgregación. Mamá era un vinculo de unión insustituible. Yo intento hacerlo lo mejor que puedo, pero no soy ni una sombra de lo que ella era. 

Sus temores han terminado por cumplirse.
— Mento, prométeme que si no sale bien la operación no dejarás al Barboa solo, ninguno de los demás tienen la capacidad de aguante tuya, nadie podrá aguantarle cuando yo no esté y empiece a vivir con ello. No dejes sola a la niña y a los niños, pase lo que pase.

En el fondo, pensaba que mi madre era demasiado exagerada con el tema y sus temores de que la relación familiar estallara. Cuanta razón tenia la vieja, Dios. La situación estalló antes de tres meses, y yo me siento tan pequeñita en mitad de este océano de emociones demasiado agitado.
Yo no soy ella.
Tampoco puedo asegurar que ella hubiese podido con esta situación que nos estalló hace dos semanas en casa. Simplemente somos responsables de nuestros actos, de las cosas que decimos, de las que hacemos, y en ocasiones hay que contar algo más de diez para no ocasionar daños irrecuperables.

Ojalá pudiera dar marcha atrás en el tiempo, pero este no entiende necesidad humana, solo transcurre.

Intento ser fuerte, casi ni me sale. Solo resisto confiando en su palabra.

"Animo (me dice continuamente) estoy aquí y sé como te sientes y no pienso dejarte en esto sola"

Sentir al Señor continuamente a mi lado sin hacerme ascos, es lo único que me empuja a mantener el equilibrio y no caer.


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