Crónicas de la Nochebuena.

La imagen puede contener: 5 personas, calzado e interior

"Si no quieres sufrir no ames, ¿pero si no amas para que quieres vivir?"(San Agustín)



La noche del 23 me dio un bajonazo descomunal. De buenas a primeras estábamos Pepe y yo sentados en el sofá viendo la tele, Lucy en su dormitorio e Iván en casa de un amiguito. De pronto salen los típicos anuncios de los programas de Nochebuena y pienso en mi madre, en que hacia un año tal noche como esa yo estaba trabajando y me la pasé llorando; salí a medio día del 24 y ya llevaba concienciado que tenia que ser muy fuerte para estar al 200% y afrontar la realidad que ya conocía... siempre supe que era la última Noche buena con mi madre. Y en casa de mi hermana lo íbamos a celebrar en la intimidad de la familia. Al ser consciente que me encontraba en una situación similar: tener que echar el resto y aguantar el tirón de las siguientes 48 horas, un dolor en el pecho me dejó casi kao al comprender que la sensación era igual de dolorosa pero que ahora mi madre no estaba. Entonces le pregunto a Pepe como afronta él el momento de ser consciente que ya no está su madre. Me dice que normal, que nota que le falta pero que es ley de vida. Una conversación de lo más plana, pero entonces el dolor es insoportable y le pregunto: "¿Pero a ti no te duele así por dentro con un dolor físico?" Me dice que no y mi propio dolor es como una cunita de montaña rusa que no deja de subir hacia arriba. Entonces ya con la voz entrecortada le vuelvo a preguntar como si esperase una respuesta milagrosa que frenara ese dolor que iba creciendo sin que pudiera controlarlo. "¿No notas un dolor insoportable por dentro como si te murieras también?" Y justo en el momento que me lo negó, fui consciente de la explosión en mi interior... un dolor insoportable. Mi madre no estaría esta vez... no estaba fingiendo ese dolor dentro de mi por hacerlo bonito... no estaría, ni mañana, ni nunca más. Lloré, pensando que el pecho me iba a estallar o algo dentro de la cabeza... pero sobreviví a esa noche.

Al día siguiente estaba echa polvo, no había dormido nada y tenia la cara como el coño una camella, más fea e hinchada imposible. Y mi hermana que iba a venir a comer con los niños a medio día con nosotros ya que luego trabajaba. Tenía que salir de la cama y hacer un sobre esfuerzo por parecer que estaba bien.
Mi padre viene a casa a desayunar y le veo que tiene la cara hecha un cuadro también, si a mi me duele, no soy capaz ni de imaginar cuanto le duele a él después de 50 años con ella. Desayunamos, padre lloriquea, no tiene fuerzas para fingir impecablemente, yo sí... cuando hay que ser inhumana me sale de puta madre. Y ya me he puesto en ese rol. No siento ni padezco, nada me toca, nada me duele, nada me alcanza, soy una roca... impenetrable.

Pero la mala racha del 2017 no me da tregua, entró de culo y me hará salir de cabeza. Mi hermana me dice que no podrán venir, que está con un gripazo infernal. Eso me da mucha tristeza, les echo mucho de menos, y me siento impotente frente a la situación familiar que vivimos. Me siento entre la espada y la pared, y no se hacerlo mejor. Cada cual elige su camino, luego la vida nos pone en situaciones difíciles y nadie estudia como salir victorioso de ellas, solo la experiencia nos ayuda en situaciones parecidas cuando vuelven a acontecer. A mi me puede lo que vivimos, quiero tenerles más cerca, encontrar el modo de cubrirlo, peor no se como hacerlo, esa es la verdad.

A medio día la llamo por teléfono. Es mi hermana, y no una hermana normal, es la persona más importante de mi vida, tenemos un vinculo que no tenemos con nadie más. Ambas nos hemos formado dentro de mi madre, somos células del mismo cuerpo, carne de la misma carne.
Nada ni nadie puede romper eso, ni la adversidad.
Le digo cuanto la quiero, que tenemos que ser fuertes. Que no permita que nada la desilusione, que se lo haga bonito a sus hijos... esa es su vida ahora. Como ellos: mis hijos, ella y los suyos son mi vida... la sangre de mi sangre. Es mi madre, una parte de ella en cada uno de nosotros. La vida es eso... Llegamos, nos marchamos, perduramos en quienes quedan...

Me dolía, como cien mil dientes mordiéndome el alma. Y escuchaba a mi madre con el eco de su voz cuando me daba ánimos. Me decía que tenía que ser fuerte por mi y por los demás, que el esfuerzo ayudaría.
Así que fui y saqué el Misterio de mi madre, ese que con tanta ilusión le pinté. Ella siempre lo ponía orgullosa era mi mayor admiradora. Lo saqué y lo coloqué con un pañuelo de fiesta tal como lo veis en su casa. Al sacar la foto me dí cuenta de que encuadrados salían no solo mis padres, que los había puesto a propósito. Si no que también estaban mis abuelos maternos y todos sus hijos, los siete hermanos de mi madre y ella. Así que miré la agenda y mande felicitación a todos los números de familia que tengo. Mi madre era muy detallista, siempre llamaba a todos sus hermanos en acontecimientos especiales.

Luego me puse como una loca a sacar vajilla que nunca he utilizado y toda la tarde me la pasé de una cocina a otra corriendo y preparando para la cena. Terminé reventada, pero satisfecha de haber podido con todo sin venirme abajo por mi dolor interno. Mi padre salia llorando a cada dos por tres. Cuando habló con los nietos por teléfono se escojonó llorando. También cuando llamamos a mi tías. Durante la cena llamamos a la hermana mayor de mi madre, mi madrina, su marido también ha fallecido este año y mi primo es hijo único, los dos cenando con la ausencia... La vida es así, no vale lamentarse, solo afrontar el dolor con valentía y a menudo solo echando muchos cojones.

Yo hasta canté un par de villancicos con los niños. Y hablé de mamá aunque papá lloró, mejor con nosotros que solo. Cenamos y luego Lucy se fue con sus amigos un rato, papá se quedó en su casa y nosotros nos pasamos a la nuestra que esta al lado. Iván y Pepe se acostaron y yo estuve hasta media noche soportando mi dolor y pidiéndole a Dios fuerzas para seguir cada día afrontándolo.

La Nochebuena fue bien. Para ser la primera sin mamá fue una noche bastante buena.
A ti que me lees, te deseo UNA FELIZ NAVIDAD.


Comentarios

  1. Eres una mujer de bandera!!! Feliz Navidad a todos.
    Seguimos luchando Mento❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como entro poco, no vi que este comentario estaba en la carpeta de spam... Vaya con Blogger, jjajaja.
      Siempre amiga mía, siempre, no podemos rendirnos.
      Besos.

      Eliminar

Publicar un comentario

☝💬 Las palabras liberan a las personas, deja escrito lo que piensas. Se admiten todo tipo de opiniones, consejos y críticas. Luego ya veré si lo publico...
... o no 😉.