Por huevos... soy una mujer.

"No me subestimes por ser mujer, si se trata de echar huevos a la vida... he aprendido del más bestia" (La menda que escribe)

Amaneció, yo seguía sin poder cerrar los ojos, pese a que al mirarme al espejo pareciera china de lo hinchado y alineado que tenia los parpados. Estaba ideal para vestirme de luto y ponerme un velo que me tapara la cara y de camino seguir llorando. Mirándome al espejo recordé una de las muchas conversaciones que tenia con mi abuelo. Cuando era pequeña y me veía llorando con aquella pena que yo solía gastar, siempre me decía aquello de que era un fastidio que ya no se llevaran en los entierros las sufrientes. Porque seguro que a mi se me daría muy bien, y todo el mundo me querría contratar para los velatorios de sus difuntos. Bueno, ese seguro que también era un trabajo honrado que realizar. Después de todo llorar es un san benito que han adjudicado socialmente a la debilidad femenina. Panda de mamarrachos!!

(...)

Mujeres... No se dejen manipular por el poder. No sean tontas. Sean femeninas, sean luchadoras, vencedoras y no dejen nunca de ser lo que ellos no pueden... hembras. A lo largo de la historia de la humanidad nos han intentado manipular, hacernos las victimas, y usarnos para debilitar a sus competidores. Y nosotras en lugar de hacernos fuertes en nuestro lugar... hemos jugado su juego... queriendo ser iguales, queriendo incluso ser mejores... Nos la han colado desde Adán, cuando el muy penco nos echó la culpa y nos la seguirán colando por detrás mientras no dejemos la partida. Y no lo dice una sometida ama de casa, no lo dice una madre de familia, no lo dice una mujer con el coco lleno de idealismos machistas. Lo digo yo, que he sido criada a la sombra de un hombre con huevos como piedras de molinos y una mujer que ha sabido llevar la casa en un matriarcado sin delegar en la figura del hombre su independencia como mujer. Cada cual estuvo siempre en su lugar.

Por mi carácter he tenido todas las papeletas para convertirme en una feminista, y no en una normal; en una extremista de puño en alza que no se conforma con igualdad, si no que aspira a la superioridad. No hay hombre con más huevos que yo si me enfrenta a la cara intentando imponer abusivo su poder. Porque los dos huevos que me lleva de ventaja se los saco por la boca. Yo no soy una mujer sumisa en ningún aspecto... ni siquiera para que me vendan la moto social. A mi me gusta conducir, me apasionan las motos y jamás conduciría una si me dieran a elegir la opción de conducir o ir de paquete a la espalda del hombre que amo.

Mujeres... no se dejen manipular por el poder. Dar una pataleta está permitido, dar mil como hago yo... también. Pero, ¿ser la pataleta de otro? Que la den ell@s.  Nos siguen utilizando en cada reivindicación, en cada iniciativa que se apuntan para encasillarnos... Ningún pájaro es libre en una jaula... así sea de la marca Dior. Dejen de ser ilusas por favor. 

"La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo".

(Concepción Arenal)

Obvio es el atentado continuo que sufrimos las mujeres desde siempre en nuestras relaciones con el sexo apuesto. Cuando el equilibrio entre pasión y abismo tendría que dar saltos naturales que hablasen por la belleza de su propia naturaleza.

En cambio... 

¿Qué ocurre con una mujer cuando el hombre que prometió protegerla es incapaz de mantener su palabra a lo largo del tiempo?

... Acontecen muchas situaciones. Demasiadas. Situaciones que te ponen en la tesitura de tomar elecciones ajenas a tu rol, a tu naturaleza de mujer y que en ocasiones con el tiempo terminan por caer encima. Ningún proyecto sin cimentación aguanta en pie el acometer de las inclemencias.

La mujer debe cuidar, su esencia es la de acompañar, estar siempre alerta posicionada a la espalda de su hombre; defendiendo los frentes que éste no alcanza a ver. El hombre protege su bien más preciado, su mujer es una prolongación de quien es. Por tanto se protege a si mismo al custodiarla. Todo lo demás es dominación impuesta. Falta de dominio de si. Carencia interior.

La mujer entonces muta, como cualquier especie que sacan de su hábitat y exponen a otro donde debe sobrevivir. Y luego las culpan de deformidad congénita. ¿Quién es el verdadero responsable de los daños colaterales de estas mutaciones?

 ¿Y a la inversa?

No, no seré yo quien culpe a nadie de manipulación, o falta de responsabilidad o simplemente no saber como afrontar los acontecimientos que el destino nos va presentando. Yo bastante tengo con sobrevivir a mis abismos. Y por supuesto mañana no pienso hacer ninguna puta huelga, que para reivindicar mi naturaleza femenina y encarar al resto del planeta tengo 364 días más durante todo el año. No voy a manifestarme precisamente el día que le salga de los cojones a unos cuantos.