La protagonista tiene que ser una guerrera.

Debe ser que ando belicosa  porque hoy os voy a presentar otro  nuevo guerrero. Bueno, esta vez una guerrera. Adivino lo que estaís pensando: onna bugeisha , Nada mejor que una mujer samurai con su…
"Si conoces al enemigo y a ti mismo, no debes temer el resultado de un ciento de batallas". (Sun Tzu)

Toda mujer nace con el espíritu de un guerrero dentro. He llegado a esa conclusión después de sentirlo rugir y gritar su peculiar grito de guerra dentro de mi; y tras ver su manifestación en otras de mi sexo, incluida la carne de mis entrañas.  
Ella es la verdadera protagonista de este post de hoy. El año pasado, cuando aún le faltaban cuatro meses para cumplir catorce años tuvo que enfrentarse a su primera batalla real, una mucho más grandes que la que llevaba lidiando desde que nació viendo a su madre perdiendo batallas frente a su enfermedad. Lucy a madurado a golpes de crisis mías. A menudo me he sentido culpable de no ser una madre normal. Ahora cuando la veo enfrentar sus propias batallas, me siento orgullosa de mi hija. Es una guerrera en toda regla. 

Decía que las mujeres llevamos dentro un espíritu guerrero, porque se denomina guerrero al individuo que tiene la guerra como forma o medio de vida. La mujer ha sido siempre catalogada de sexo débil, quizás sea por ello que traemos de fabrica un refuerzo interior que no nos deja nunca tirar la espada frente a la adversidad. Podemos hacer un centenar de cosas a la vez, llevar adelante varios proyectos, acciones, y no dejar de presentar armas al frente en la batalla... y todo esto sin perder la compostura si nos lo proponemos. 

En Enero del año pasado a ella le tocó lidiar la batalla más dura. Mi madre se moría tras una operación de corazón. La última vez que salí de habalr con la doctora, me fui directa a mi padre y mi hermana y solo les dije lo que ninguno queríamos escuchar: está en manos de Dios, solo queda esperar. Entonces cogí a mi hija de la mano y la llevé a un lugar más apartado de la sala de espera del hospital y nos pusimos tras una columna. La miré a los ojos agarrandola de los hombros y le dije: Ahora es el momento de que seas una mujer, el Titi va a ir a casa tienes que irte con él ahora y mantenerte al lado de tu padre y de tu hermano. 
Ella no quería irse, estaba allí conmigo porque me había pedido estar en el hospital, mi madre era como una madre más que como una abuela para ella. Y yo se lo había permitido. La atravesé con mi mirada de madre y le dije: Tienes que irte, ahora es cuando necesito que seas una mujer de verdad y cuides de tu hermano, la abuela se está muriendo, ya no hay solución. La próxima vez que me llamen de dentro para dar otro informe será porque ha muerto y no sé como va a reaccionar el abuelo y la tita. No puedo cuidar de mi padre y de ti al mismo tiempo, porque no sé como se va a poner la situación. Así que ve a casa, con tu padre y tu hermano y se tú quien se lo diga al hermano cuando yo te llame. 
Mi hija no soltó ni una lagrima delante mía. Nuestros espíritus de guerreras se miraron en un reto contra la circunstancia presente y me sentí la madre más orgullosa del mundo. 

Más o menos como me he sentido hoy cuando he visto a mi pequeña guerrera salir sola de casa y enfrentar el destino de su realidad, sola. Le dije que no me parecía bien que fuera sola y me respondió que ella no necesita a nadie. Que iba a ir y punto.

Y eso que había pasado la noche llorando. 

Ayer a media tarde le mandó un mensaje a su noviete para ver si iban a salir. Su sorpresa llegó veinte minutos más tarde cuando él le dijo que no, que no tenia intención de salir con ella y que tenían que hablar pero que luego le contaba cuando volviera de entrenar. Le pidió que lo que tuviera que decirle se lo dijera en aquel momento y él le dijo por mensaje que ya no quería seguir con la relación. Ella le pidió una razón sin poder creérselo, y él le dijo que no tenía, simplemente que ya no quería estar con ella. 
Cuando me lo contó mi hija pensé: típico del ADN del gilipollas común. Meter la cabeza bajo el ala y salir por patas como si nada sin dar la cara.

Mi guerrera. Salió de casa sin hacer ruido, pasó por delante mía en silencio, se fue al gallinero, la parte más alejada de la casa en la parcela y allí se hartó de llorar. Otra que no ve nadie llorar. Al menos no destrozada. Cuando entró en casa y me lo contó... Bueno... los que sois padres podéis haceros una idea. Lo mucho que cuesta mantener el tipo en esas situaciones cuando se te rompe todo por dentro, porque no hay nada que te deje más fuera de lugar y te golpee con mayor impotencia por tu parte que cuando tu prole debe aprender y vivir sus propias experiencias de individuo. 

Lo que le dije a mi hija queda para nosotras y en el secreto de las onnas bugeishas, es la técnica que se convierte en arte para defender la naturaleza femenina.  Me llamó la atención que precisamente Ale, su ex(y mejor amigo) que siempre está en lo bueno y en lo malo, le había dicho exactamente lo mismo que yo. 

Me quedé con mi hija en silencio, solo escuchando su llanto y sus preguntas, esas que nadie puede responder y que nos forjan desde dentro hacia fuera. Su padre en varios instante entrada a su dormitorio y en su impotencia quería decir y hacer algo, tuve que pedirle varias veces que se callara y se mantuviera en su lugar de padre solamente. 

Al anochecer vimos una peli de terror, ni cenó, y se durmió entre llanto cuando ya no pudo seguir despierta. Le preguntan sus amigas y la gente que la conoce como que ella siempre está sonriendo, que siempre va mirando al frente, que enfrenta las situaciones como si no le importara nada y que tiene tan dura la cara. Pues sí, será que la cara se pone muy dura cuando aprendemos a batallar sin perder el control en mitad del campo de batalla. 
Mi hija lo es, una guerrera innata. con la postura de barbilla erguida y sonrisa bien empuñada. Así salió esta mañana de su habitación ya vestida con sus vaqueros negro pitillo y su jerséis gris a juego con sus zapatillas deportivas. El pelo recogido y maquillada. Más bonita que ninguna y no lo digo yo. Es que lo es, de esas chicas que van por la calle ya sea arreglada o haciendo el ganso poniendo caras y todo el mundo mira, pero cuando la conoces... su personalidad es que te cautiva. O te tira de espalda, jejj... l@s perdedores dicen que es insoportable... jejeje. Yo lo comprendo, tener que soportar a alguien con una personalidad que se sale de la media es insoportable cuando no llegan ni a la suela de sus zapatos. Llevo toda la vida sintiendo criticas, pero todas me llegan desde detrás, los mediocres siempre critican mientras corren detrás de ti. Y se lo he inculcado a mi hija en la misma linea. Si hablan mal, que hablen, pero observa que todos van por detrás mirando tu culo. 

Su padre no quería que fuera hoy al campo de fútbol.  Ella salió segura de sí y en la cocina dijo: voy a ir si o sí. Y allí salió, erguida y segura de si misma iba a ver el partido de fútbol donde además de algunos amigos, también está en el equipo el chico que la dejó el día antes tirada cuando más ilusionada estaba ella con la relación. Su padre en un intento de querer ser útil le dijo: si quieres entro contigo y me quedo. Ella negó y cuando él le dijo que si se ponía la cosa seria lo llamase por teléfono, simplemente respondió: ni que me haga falta nadie para defenderme, papá quédate tranquilo que yo puedo con todo. 

Lo admito. Me henchí de orgullo. Cuando la vi salir con esa actitud. Dominante. Me acordé de cuando yo tenia su edad y mi abuela me decía:  que no te preocupe que te tiemblen las piernas, poca gente va a advertirlo si tienes una gran sonrisa puesta. Sé tu misma e imponte a las circunstancias.

Una mujer es una guerrera que acumula botines de guerra en su propia naturaleza.



Comentarios

  1. Conozco esa sensación... ese orgullo que quema el pecho... no hay nada mejor.

    Felicitaciones a (tu) guerrera, un abrazo de domingo.

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    1. Ayer se encajó sola y entró al campo de fútbol enfrentando la realidad. Luego pasó el día con la familia de su ex, Ale y ella son grandes amigos y se apoyan mutuamente. La noche fue regular, pero ahí es donde entramos las madres. La aconsejé (ya sabes como somos las mujeres en esto... no cerramos puerta hasta que no miramos de frente a los cretinos) Este simplemente es joven e inmaduro... ni siquiera se ha atrevido a hablar cara a cara. Ahora que se atenga mañana cuando tenga que cruzarla en el instituto. Porque sí, es una guerrera nata. Mucho más visceral de lo que es su madre. Cuando esta mañana vino a mi cama y me dijo lo que pensaba de lo que él le había dicho por mensaje... Me he quedado con las "patas" colgando. Lucy no tiene piedad con quien se la hace. Y en cierto modo aunque no me gusta esa faceta de su carácter, me ayuda como madre. Puede que haya dado demasiada motivación a esa faceta de su carácter. Pero también sé por experiencia que cuando fallan las fuerzas, sólo la rabia del Cebrian interno nos mantiene en pie. Eso y descubrir la misericordia de un Dios que no hace asco de nosotros.
      Buen domingo. Abrazo fuerte.

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  2. Me alegro por tu guerrera. Cuantas veces nos quedamos escuchando en esos silencios, en que los que hijos nos cuentan tristezas ...Y a seguir con sus botines de guerra que seguro seguirá acumulando muchos en su vida.
    Buen domingo .
    Besos

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    1. Gracias Laura. Mi niña recién empieza y vaya como cuesta para alguien como yo mantenerme en silencio y no influenciar. Soy una madre desastre y encima terremoto. Si hablara y dijera a mi hija lo que haría en su lugar... entonces ardía Troya de segundas.
      Buen domingo. Besos.

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  3. Bien por ti.
    Bien por tu hija.

    Mi aplauso para las dos.
    Y sí, las mujeres sois más fuertes y más guerreras.

    Besos.

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    1. Lo que somos es más porculeras, jajajaja, pero bueno.
      Si te digo la verdad estoy orgullosa de ver como a su edad enfrenta su historia. Pero yo me siento más cría que nunca, quiero ir y zurrar a alguien. Pero a ver... Me tengo que controlar porque soy la adulta, jejj.
      Besos.

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